Terapia EMDR

Terapia EMDR - Terapia de Pareja - Psicoterapia y acompañamiento emocional

Califico al EMDR como una terapia revolucionaría. En muchas ocasiones escuchamos “sí, yo sé que esto me viene de esta situación que viví, pero no puedo cambiarlo” o “Yo la teoría me la sé”.


Pensemos en un ejemplo sencillo, una persona que desarrolla ansiedad y una fobia a conducir después de un accidente de coche. Imaginemos que se quedó en un susto y la persona salió ilesa, o que tuvo lesiones pero ya se ha recuperado y está en situación de volver a conducir. Sin embargo, cuando piensa en conducir o ve un accidente en la tele las pulsaciones se le disparan, el cuerpo se le tensa y siente una sensación de peligro inminente, de tal manera que no logra conducir, es como si el pasado no hubiera pasado. Esto es, al recibir un estímulo que recuerda al accidente (ver un accidente en la tele o pensar en conducir) se dispara la sintomatología, no en vano, a estos estímulos capaces de activar la sintomatología los denominamos en EMDR disparadores.

La persona se siente como en aquel momento, es como si una parte de su personalidad hubiera quedada atrapada en aquel momento. Esto sucede en parte porque nuestro cerebro emocional es muy poco permeable al lenguaje, nos podemos decir que estamos seguros, que es muy poco probable tener otro accidente, sin embargo, el cuerpo lleva la cuenta y va por libre, cuando aparece el estímulo adecuado (pensar en el accidente o ver uno por la tele) se dispara la sintomatología, pues bien, con EMDR podemos revertir este proceso, ya que es capaz de acceder al cerebro emocional y así conseguimos que el pasado ya no condicione negativamente el presente. Cuando conseguimos esto, la persona ya no reacciona de manera poco adaptativa a los estímulos que disparaban la sintomatología, en nuestro ejemplo la persona será capaz de pensar en el accidente o de ver imágenes en la tele sin sentir ansiedad, y poco a poco de volver a conducir.


Lo comentado en el párrafo anterior es un caso sencillo, si nos fijamos la sintomatología se desarrolló después de un único evento traumático ocurrido en la edad adulta de la persona. Pero, como bien sabemos, muchas veces las cosas son más complejas, cuando pensamos en eventos traumáticos nos vienen a la cabeza los grandes traumas: accidentes, agresiones, robos con violencia, etc. Pero, además de estos están los traumas relacionales: si uno de niño ha crecido en un ambiente en el cuál recibía poca atención (por ejemplo porque existían conflictos entre los padres, o la madre estaba enferma o deprimida, o el padre estaba ausente, etc.) es posible que se desarrollen creencias negativas como “molesto”, “soy poco importante”, “no tengo nada interesante que decir”, “no merezco que me quieran”, etc. Otros tipos de traumas relacionales son los que ocurren en el proceso de socialización como el bullying o ya en la vida adulta el mobbing o acoso laboral, o los diferentes tipos de relaciones “tóxicas” y disfuncionales. Aquí, se desarrollarán problemas diferentes y creencias negativas irracionales bastante diversas en función de las características de cada persona, del número, tipo e intensidad de eventos adversos vividos y de otras variables como los factores constitucionales y el estilo de regulación emocional del paciente.


Pues bien, con EMDR se consigue procesar o “digerir” esas experiencias adversas que siguen influyendo en el presente. Esto es, se consigue neutralizar las creencias negativas, la carga emocional no adaptativa que se reactiva en el presente pero tiene su origen en las experiencias adversas del pasado y por supuesto las conductas disfuncionales que se desarrollaron para hacer frente a la experiencia traumática pero que ya no son funcionales en el momento presente y que muchas veces son en buena medida involuntarias (están fuera del control voluntario de la persona). Serían ejemplos de estas conductas disfuncionales evitar sistemáticamente todo lo que dispara la sintomatología, así se siente alivio a corto plazo pero poco a poco la persona va siendo esclava de esta evitación y su vida se va reduciendo a unas rutinas que pueden llegar a ser muy limitantes, otro ejemplo sería recurrir a conductas adictivas para manejar los sentimientos que la persona no sabe gestionar, etc.
Aunque inicialmente el EMDR se desarrolló como una terapia para trauma en la actualidad constituye un modelo psicoterapéutico completo que vale para tratar la mayoría de problemas con muy buenos resultados en la mayoría de casos.
Si quieres saber más sobre esta terapia puedes leer el libro “Supera tu pasado” de Francine Shapiro, o ver los siguientes vídeos explicativos: